Como muy bien anuncia el título del libro, en él se diferencia entre dos tipos de evaluación o mejor dicho entre dos formas de ver el proceso enseñanza-aprendizaje:
Por un lado, una evaluación alternativa que sirve para conocer a los alumnos y las diferentes formas que cada uno de ellos tiene para aprender, para poder mejorar así el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por otro lado, una evaluación tradicional basada en el examen que tiene como objetivo principal cumplir la exigencia de nuestra sociedad de clasificar a las personas, excluyendo a los que no se ajustan a lo esperado de ellos.
BIBLIOGRAFÍA :
ÁLVAREZ MÉNDEZ, J.M. (2001). Evaluar para conocer. Examinar para excluir. Madrid. Morata.